La exposición que aquí presentamos reúne una selección de daguerrotipos contemporáneos realizados entre 2009 y la actualidad, y se complementa con el fotolibro “yeux grand ouverts au soleil”, concebido como un ensayo autobiográfico en daguerrotipos. Se trata de un viaje por territorios fantasmáticos, inconscientes, íntimos y lésbicos, donde la imagen surge del azar, la intuición, la escritura automática, el fallo, lo erróneo, lo grotesco, lo deforme, lo disonante.

El daguerrotipo se convierte en laboratorio y relato, una vía de doble exploración: la imagen y el viaje de y hacia Simone Choulle. La muestra oscila entre paisajes lunares, cuerpos mutantes, autorretratos como espejos multiplicados que transgreden la fotogenia y homenajes a los orígenes de la fotografía. Simone es un laboratorio donde hackear el yo y el genero, cuestionar el autor y transmutar la identidad y el paisaje. La habitamos como un espacio abierto y divergente donde crear, pensar, desplazarnos y forzar los límites.

Exhibimos aquí lo que nos atrae: imágenes fantásticas, irreales, quiméricas, incluso aquellas que rozan la pesadilla. Las formas inestables, las apariciones inciertas, las identidades desdobladas o imposibles. En ese territorio ambiguo de híbridos, el daguerrotipo se convierte en el medio central de nuestra práctica. Su materialidad, su fragilidad, sus largos tiempos de exposición y su carácter irrepetible conectan con nuestro proceso creativo. Cada imagen es un objeto único, suspendido entre el negativo y el positivo.

Nuestro viaje se alimenta de películas y autores transgresores, con imaginarios distorsionados, caóticos y fantásticos.

Este trabajo no busca representar la identidad de Simone Choulle, sino explorar su construcción inestable. Es una manera de habitar la imagen como un lugar de investigación y de preguntarnos quiénes somos cuando creamos juntas, cuando nos reflejamos en Simone Choulle. Un viaje irrepetible, como cada daguerrotipo.

Este proyecto es el resultado de una travesía de tres décadas: técnica, emocional y simbólica, tanto por el ámbito visual como por el vínculo que nos une.